En un estudio de McKinsey & Company a 100 ejecutivos de diversas empresas, les preguntaron: ¿cuáles son las principales causas que representan una brecha y que les impiden que su personal adquiera las habilidades necesarias, para enfrentar los requerimientos del futuro?
Más de 1 de cada 4, respondieron que les hacía falta claridad sobre el impacto que la automatización y digitalización tendrán en las habilidades necesarias futuras para su personal y, por ende, en su operación.
Casi 1 de cada 4, respondieron que carecían de información para cuantificar el caso de negocio (business case), con respecto a la inversión que requerirían para capacitar a su personal para las nuevas habilidades necesarias para enfrentar el futuro. Que a su vez, retrasa la toma decisiones para definir el alcance de una estrategia.
Y casi un tercio, respondieron que su infraestructura de recursos humanos, no tenía la capacidad de ejecutar una nueva estrategia para abordar en el tiempo y forma, la adaptación y capacitación al personar, en las habilidades necesarias para el futuro.
Si hacemos las cuentas, estamos hablando que más de un 80% de ejecutivos de alto nivel entrevistados (responsables de “dirigir el barco”), no cuentan con la información, recursos o claridad sobre cómo se verá el futuro.
Desde nuestra perspectiva, creemos que ese futuro es cada vez es más claro, pero a la vez, más incierto. Y explico: el futuro es claro desde la perspectiva en que cada vez más tareas deben ser automatizadas (como lo platicamos en artículos anteriores que te dejo aquí), más digitales y, por tanto, más eficientes y ágiles. Y es que ese cambio (como lo hemos expuesto en otros artículos), no es por moda ni elegancia, sino por exigencia de un mundo ágil, donde todo debe ejecutarse al momento y por una cuestión de costo.
Sí, ser automático a mediano y largo plazo, siempre va a ser MENOS COSTOSO que no serlo.
Más allá del análisis ácido sobre estados financieros, basta con observar a otras industrias. No por nada en California (Silicon Valley) ha explotado la investigación y desarrollo sobre autos autónomos, donde la materia misma de la conducción, ha pasado a ser el pasivo más costoso… el conductor; donde en entregas de productos a domicilio, representan también el pasivo más costo: (nuevamente), el repartidor. Y así podemos continuar y dar más ejemplos similares.
¿Es triste? Sí, definitivo e innegable. Esto quiere decir que muchas personas se quedarán sin empleo en el mediano y largo plazo. Por ello es importantísimo identificar y prepararse en las habilidades del mañana (literalmente mañana), de lo que también hemos hablado en otros artículos que te dejo aquí.
Porque el costo de APLAZARLO (automatizar y digitalizar), no sólo es más alto, sino implica que tu competencia será capaz de ofrecer más productos, más económicos, más ágiles y con una mejor experiencia que TÚ. Porque tu competencia no lo está aplazando... la consecuencia creo que es clara.
Ahora por el contrario, el futuro también se ve incierto, porque es complicado y a la vez fascinante visualizar hasta dónde llegará la innovación. Porque ésta (la innovación), no es hito que se alcance y listo “todos a sus casas”. ¡NO! Es una mentalidad y una forma de llevar a cabo los negocios. Por tanto, quien después de un proyecto para cambiar algún software, considera que ahí terminó la transformación, temo decirles que se equivocan.
Porque la competencia sigue innovando, cada día y a cada momento, con pequeños cambios casi imperceptibles que se van acumulando, que de un momento a otro, les permiten “rebasar por la derecha” y tomar ventaja.
Así es, la innovación es hoy en día, el arma más poderosa de los negocios. Y esa innovación toma tiempo. En Croop (por ejemplo), buscamos innovar todos los días, para que nuestros clientes que se encuentran en el sector financiero no bancario, se beneficien de esos cambios, mejoras y optimizaciones, para mantenerse a la vanguardia.
Esa filosofía es la que permite establecer el "nuevo" modo de abordar el futuro, bajo una mentalidad ágil, abierta y dispuesta a adoptando cambios continuos, con herramientas y soluciones novedosas que rompen paradigmas y liberan el potencial de las organizaciones.
Es una forma de afrontar los retos, sin sufrir un “descalabro” y sin incurrido en “proyectos faraónicos” que únicamente logran sortear el primer obstáculo, de un maratón interminable.
Y es que la innovación no es una carrera, sino un maratón que se corre en pequeños tramos (sprints). Y para ello, necesitas al equipo correcto.
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G.
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Por Gustavo Solorio, Co-Fundador de Croop.
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